Los entornos corporativos están tan saturados de reuniones de negocios, números, presentaciones, proyectos, planos, fechas límite y obligaciones contractuales que a veces es fácil olvidarse de que estamos tratando con personas. Muchas veces un pequeño gesto puede conseguir romper un ambiente rígido y asegurar la complicidad de las personas con quien tratamos.

Existen multitud de maneras de añadir ese toque humano, desde un comentario amable sobre la vestimenta de la otra persona a una breve conversación sobre algún tema de actualidad. Sin embargo, al hacer negocios con países árabes puede que las aparentes diferencias culturales o el miedo a tocar temas inapropiados nos hagan quedarnos en blanco.

Un recurso que es siempre fresco y da buenos resultados es introducir pequeñas frases o palabras en árabe en tus conversaciones con clientes árabes. Si se formulan en el momento oportuno, pueden generar un ambiente de familiaridad y confianza con el que ablandar la atmósfera de formalidad y conseguir que todos os encontréis más cómodos.

A continuación vamos a compartir con vosotros algunas breves coletillas muy fáciles de pronunciar y memorizar que podéis usar desde ya en vuestros negocios con países árabes. Junto a ellas os explicaremos su significado y el contexto en el que se utilizan.

Marhaba

Es quizá, junto con “ahlan wa sahlan” el saludo más familiar que se usa en el mundo árabe. Hemos preferido enseñaros este porque es más sencillo de pronunciar y memorizar: es solo una palabra en lugar de tres, y solo presenta una consonante que nos puede costar un poco a los hispanoparlantes. La hache hay que pronunciarla, y su sonido es un poco más fuerte que una hache en inglés, es como cuando soltamos una interjección de sorpresa y alegría (como “¡ha! ¡te pillé!”).

Probablemente, si ya lleváis tiempo realizando negocios con países árabes, conozcáis como saludo “assalam aleikum”, y la verdad es que es un saludo muy extendido, pero os aconsejamos evitarlo, por dos motivos. El primero es que es muy formal, y eso atenta contra nuestra intención de romper formalidades con vuestros clientes árabes. El segundo es que es verdaderamente difícil de pronunciar para una persona sin nociones de lengua árabe (por las letras que intervienen y por el ritmo con que suele decirse), y el resultado de intentar pronunciarlo puede ser ridículo.

Ma fi múshkila

Literalmente “no hay problema”. La palabra “múshkila” es esdrújula (el acento está en la u), y la sh es como la sh del inglés. Si estás tratando con clientes egipcios, la frase cambia ligeramente a “ma fish mushkila”. Obsérvese que se ha añadido una sh a “fi”, y que la palabra “mushkila” es ahora llana (el acento está en la i).

Esta frase es indispensable para quitar hierro a cualquier asunto al hacer negocios con países árabes. Cualquier retraso, descuido o circunstancia que sean debidas a la otra persona o a un factor externo pero que no revistan demasiada importancia pueden solucionarse con un “ma fi múshkila”. Es como decir “no pasa nada, continuemos”.

Inshallah

Esta coletilla, de origen religioso pero usada en todo tipo de contextos (del más elevado al más prosaico) expresa un concepto un poco escurridizo y a veces difícil de comprender para foráneos. Literalmente significa “si Dios quiere”, lo cual se refiere no solo a lo que escapa a nuestro control (“Inshallah mañana no llueve y podemos visitar la obra”), sino a lo que es producto directo de nuestra voluntad y trabajo (“Mañana inshallah te entrego mi informe”).

Para una persona que hace negocios con países árabes es importante no solo aprender a usarla (puedes utilizarla en cualquier momento en que hables de planes futuros), sino entenderla correctamente. Esta expresión puede ser deliberadamente imprecisa, y si el asunto del que se habla es vital para el desarrollo de cualquier proyecto, fijar protocolos o fechas límite puede salvarte de más de un quebradero de cabeza debido a sobreentendidos.

Para pronunciarla ten en cuenta que la sh es como la inglesa, que la doble ele no es una elle sino una ele doble (es decir, que se mantiene durante un pelín más de tiempo que una ele normal) y que la hache final no se pronuncia. Por cierto, como dato curioso que puede dar pie a conversaciones amenas con tus clientes árabes, esta expresión fue la que dio origen a nuestro “ojalá”, con significado similar pero diferentes matices.

Tafaddal

Con la pronunciación de esta palabra ocurre algo parecido a lo que ocurre con la anterior: la de es doble, por lo que se mantiene durante algo más de tiempo que una de normal. Recomendamos que pongáis algo más de fuerza al pronunciarla, pues se trata de una de diferente a la nuestra. Es un verbo, por lo que cambia según te dirijas a un hombre (“tafaddal”), a una mujer (“tafaddali”) o a más de una persona (“tafaddalu”).

Significa, simplemente, “adelante”. Es una invitación a la otra persona, ya sea a que hable, empiece a comer o pase delante en el ascensor, y es una agradable muestra de educación.


Y vosotros, ¿conocéis alguna expresión versátil y fácil de utilizar en vuestros negocios con países árabes? ¿Cómo os comunicáis con vuestros clientes árabes? ¡Esperamos vuestras experiencias!